Cosas de mi abuela Yia (y de muchas otras abuelas) de poner un cubo con agua detras de la puerta todos los 31 y a las 12 y un minuto correr a tirarla puerta afuera para recibir el Año Nuevo. Con el agua se va todo lo que no nos sirvio, lo que quisimos y no trabajo, lo que no nos importo, lo que no conseguimos, los fracasos, las desdichas, la falta de dinero, y de amor, las injusticias personales y comunes, las enfermedades, las depresiones clinicas, las mentiras y la mala suerte. Una eternidad, como quien dice, la familia en su totalidad sentando el "cubo" con agua detras de la puerta aunque bien sabemos que lo del cubo no trabaja.
El año que viene es mañana y con el mañana viene una pagina en blanco y lo que escribimos en ella es cosa nuestra. Las circumstancias ayudan un poquito a edificar esa proyeccion ingrata, comoda, fatalista y muy humana que llaman destino que no tiene nada que ver con Dios; porque es el hombre el Creador del destino en su busqueda por lo Divino. Y aunque dejamos de creer en el "cubo" hace ya bastante tiempo, lo seguimos llenando de agua los 31 y vaciendolo un minuto despues de las doce, por si acaso...
Este Año es diferente, para muchos sin duda, pero tambien para mi en absoluto...Porque este Octubre se me viro el mundo de cabezas y empeze a escribir...otra vez; un insulto al idioma por supuesto, pero eso es lo de menos, porque este Año definitivamente tengo algo para el "cubo".
Feliz Año Nuevo!
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